Dirección: Eli Roth (Cavin Fever).
Presenta: Quentin Tarantino.
Critica:
Una de las películas que había esperado con ansias desde que me enteré que la mano de Tarantino tuvo que ver algo interesante ahí. Y no es que sea muy fan de Eli Roth, pues en su trabajo anterior (Cavin Fever) dicta mucho que decir con sus personajes odiosos y repletos de total incoherencia, en este ocasión el director muestra un gran paso como madurez, pero sigue teniendo fallas notables como guionista. La película nos muestra una gran influencia por el cine de explotation y gore. La primera media hora nos muestra una película repleta de situaciones repetitivas de películas de esencia teenagers americanos, tal como SCREAM, FINAL DESTINATION y SE LO QUE HICISTE EL VERANO, PASADO LEYENDA URBANA entre otras, con situaciones predecibles, diálogos y personajes acartonados, y por demás desagradables, con los que no logras tener un acercamiento por lo chocantes que resultan, y faltaba decirlo, el filme esta repleto de desnudos que hasta cierto punto, rompen con la secuencia y el ritmo que lleva el filme. Pero basta de echar tierra a un filme que solo los fans del splatter podrán gozar y tener su recompensa al terminar los 95 minutos (ver AUDITION). Después de la tediosa media hora de un tipo preámbulo lento del filme, tiende a teñirse de sangre e histeria, con algunos momentos memorables de las escenas de tortura, donde los efectos especiales y de maquillaje son realmente destacables y llegan a ser repulsivos, y si mi imaginación no me engaña, siento que el filme trata de emular el estilo del gore asiático, al mas puro estilo de Miike y Kitano, y si se pone atención, se vera la participación del mismísimo Takashi Miike en el filme. Creo que en general la película vale la pena verla sin esperar mucho por el guión, mas bien es un filme hecho bajo el pretexto de explotar el retorno del cine gore y splatter ochentero, y homenajear una que otra película de culto (ojo en la escena del tren cuando la joven se suicida, nos recordara un poco a SUICIDE CLUB de Sion Sono), y algunos métodos de tortura al estilo Yakuza, jeje, que mas que lo que distingue a Miike y a Kitano, al que el mismo Tarantino admira y ha homenajeado en sus filmes como KILL BILL. HOSTEL cumple su cometido aunque dista mucho de convertirse en una película de culto.
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