Pues si , no podrán negar que cada vez que se hace el Carnaval acá en la Paz, se asimila mucho a cuando las ratas salen despavoridas de sus agujeros como en dos que tres películas de terror. La verdad es que tuve la oportunidad de unirme a la comunidad Carnavalera, y sumergirme entre olores rancios, empujones, agarradas de todo, y cerveza victoria a 10 pesos. Realmente fui dos días a esta cochinada disque cultural, donde los cholos y los rancheros malencarados emergen como hormigas quemadas con lupa. Una de ellas fue por causas mayores como el buen mandil, la otra fue porque era el debut de los internacionalmente afamados dentro de la escena mundial metalera, los HELLRACERS, banda chilanga que aparte de dar brincos y maromas, satanicadas y maldades misteriosas, tocan bien, y vinieron a ofrecer un poco de ruido a la islita paceña. También tocaron bandas locales como VORTEX, y otro que su nombre es difícil de pronunciar y escribir, pero era algo como black, uestedes saben, gritos espeluznantes como los que me gustan. Lo que si me dio tristeza fue el hecho de saber que soy de los mas viejos ruckeros y sentía que apestaba a cenizas, pues puro niño con camisas de inmortal con bolsas de Jack se hacían notar moviendo su cabeza como auténticos headbangers en un Waken Festival. Creo que todos los de esa generación de metaleros estamos en las mismas, mas panzones, amargados y hablando del pasado como siempre, ahhhh, pero eso si, de negro y sin soltar la maldita cerveza. Muchas nalguitas, muchos cholos, mucha cerveza, y muchos conflictos, el Carnaval se largó y me imagino que mucha gente esta muy triste y no ha de poder dormir por esto.
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