Primeramente voy a justificar mi ausencia por estos días, en que no he podido subir casi nada a este pequeño recoveco cibernético, y esto es debido a que me encuentro enfocado a lo de la tienda que voy a abrir, creo que han surgido algunos percances y es por eso que hasta el día 1 de julio voy a poder abrir el changarro. Visitando el blog de mi carnalón y master Eli Castellanos, me dio mucho gusto que vaya a tomar su curso de tipografía con el maestro Alejandro Lo Celso en el CEAD (Centro de estudios avanzados de diseño). Vino a mi mente aquellos tiempos cuando estudie la maestría y de mi interés por la tipografía, desgraciadamente desde que llegue a la Paz, todo esto lo dejé en una caja, y olvide por un momento lo valioso que es el estudio de la tipografía, y agarré mi tesis que tenia guardada para recordar la chinga y el sacrificio que me llevo realizarla, y ver que después de todo, creo que había una propuesta interesante en ese trabajo, y no es porque lo haya hecho yo, sino que realmente nadie ha llevado un trabajo de esa índole a un mundo donde la tipografía fantástica recibe un terrible uso. Y es por eso que una de las finalidades que tiene la tienda es que pueda manifestar el uso de las tipografía enfocadas al cine de terror y del fantástico, hacia un terreno aplicado, y esto es en los estampados de playeras, fanzines y todo lo que se deje. Acá en la Paz, vivimos en una total falta de conocimiento tipográfico, he visitado otras tiendas (manejando un contexto similar al que yo propongo), y me doy cuenta que no hay aplicaciones tipográficas que tengan una propuesta mas allá de lo decorativo, donde el sentido estético, el discurso y la connotación de las ideas se ve limitada, en pocas palabras no hay una propuesta grafica. Es claro que como diseñador grafico, siempre me este quejando de que no hay cambio en la cultura visual sudcaliforniana, y quisiera hacer algo al respecto, ya que creo que tengo las armas para iniciar el proceso. Debo de sentirme afortunado que ahora que tengo un local fijo en donde mostrar mi trabajo, lo importante es darle un lugar que se merece al diseño tipográfico, y que mas aplicación que en algo que siempre ha sido mi fascinación, o sea el delirante cine de terror. Antes de estudiar de lleno a los tipos, sentía que esta rama del diseño era demasiado árida y poco funcional, pero con el tiempo me di cuenta, que la tipografía juega un papel muy importante en todo lo que nos rodea, puedes expresar lo inimaginable, e inclusive utilizarla como recurso acertado contra la ideas graficas que siempre han estado saturadas de efectos por ordenador, y con esto me refiero a los brillitos, destellos y texturitas que ofrece el Photoshop, herramientas que han ido malacostumbrando al diseñador novato, y que cada día lo vuelven mas huevón, y bloquean su proceso creativo, claro que aquí tendríamos que abarcar una larga critica a la penosa preparación que ofrecen las universidades privadas en el estado (inclusive a nivel nacional), donde brindan egresados con una enorme carencia de preparación. Volviendo a lo de los tipos de horror, creo que es importante hacer las cosas siempre con un trasfondo que vaya mas allá de lo que los ojos están acostumbrados, tomar la tipografía como una forma de vida, ya sea en la medida de la caligrafía, los anagramas o la creación de la misma fuente o tipo. Es cierto que los tipos fantásticos de terror esta enfocados hacia un publico en general, creo que siempre vamos a tratar de ser sectarios de una u otra manera, pero lo importante es mostrar el trabajo del cual nos podremos sentir orgullosos, y marcar sobre todo la diferencia en nuestros resultados, por un lado un trabajo tipográfico con carga intelectual y precisa de la grafica elemental, y por otro los usos desmedidos de letras clichés y utilización del grafico como recurso decorativo sin precisión, ambiguo y sobresaturado, como lo que la mayoria de la gente consume, ya tenemos mejor ejemplo como las playeras de NACO y sus derivados, que la gente ha consumido brutalmente, quizás porque no hay otra opción que se asimile mejor, pero todo el tiempo lo dirá.
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