martes, octubre 10, 2006

Esa añoranza al terror viejo…




Nuevas generaciones me han dicho que porque mi pasión por el genero del terror, y sobre todo por las películas “viejitas”, si esas no tienen efectos, son aburridas, cortitas, y sin actores buenos. Mi respuesta siempre es una incógnita, prefiero hacerme de la vista gorda, y sin más alejarme dándome de topes en la cabeza.
Primeramente, mi madre tuvo la culpa de que yo tuviera cierta fascinación por el terror y lo oculto, desde que era una larva, mi madre me rentaba películas como Evil Dead, La Paura de Fulci, y con la que termine traumándome fue con el Exorcista. A mi corta edad, me daba temor ir al baño en las noches, esa extraña sensación incomoda pero necesaria, me fue acompañando todos los demás años, y crear una adicción a ver churros intergalácticos y otros no tanto. Wes Cravens y Clive Barker eran mis favoritos, hasta las pelis donde salía Alice Cooper eran un deleite, las italianas también, me gustaba ver como mutilaban a las personas esos zombies hambrientos, después entendí los conceptos del spaghetti western, el giallo y el cine mondo, cuando yo presencie tales obras de arte, me hubiera gustado tener mas criterio y me hubiera traumado con el olor de las películas beta, en especial la de Holocausto Caníbal. Cuando era un chaval, siempre creí que Stephen King dirigia todas sus películas, y con resplandor encendí la importancia de la ambientación y las buenas e histriónicas actuaciones de Jack Nicholson. Aquí en la Paz era difícil (y siempre lo ha sido), conseguir cintas legendarias de terror, en una época donde el Internet no existía, o al menos para la perrada como yo, el comprar películas usadas de video clubes de quinta, se hizo una nueva adicción para mi. Recuerdo haber comprado The thing de Carpenter, la caja apenas y se alcanzaba a distinguir de lo rota y deteriorada que se encontraba, aun la guardo como un tesoro, junto con algunas otras clásicas. A mis 18 años, había pirateado un buen de pelis, gastaba mucho dinero en los vhs vírgenes para que en cuanto tuviera una oportunidad de oro, lograr obtener una copia al costo que fuera, de alguna peli de terror extraña. Mas tarde decidiría rendir tributo a todas esas imágenes de añoranza, tatuándome los ro0stros mas significativos para mi, en donde no podía falta linda Blair con el chamuco por dentro, Leatherface, un zombie de el gran maestro de Lucio Fulci, y una calavera ochentera de evil dead 2:dead by dawn. En estos días, mis gustos van de mal en peor, y no me refiero a que termine agarrándole gusto a Scream o a la bruja de Blair 2, sino que es un momento donde el horror independiente es lo mas interesante para mi, producciones alemanas, orientales, y europeas, de esas que plagan las tripas en todo el escenario, películas españolas de humor negro, y películas que emulan la serie B y hasta la Z de subproductos tipo TROMA, un deleite ver un zombie mal hecho comiendo sesos y parodiando alguna frase de masacre en Texas, o espectáculos de vísceras con toques de Brian Yuzna, mal actuados, mal dirigidos, pero con el encanto que siempre deben de tener las películas que tienen que lidiar con el sentimiento primario de todos los seres humanos, el terror…