miércoles, enero 17, 2007

SHEITAN



Una interesante incursión dentro del largometraje por medio del cineasta Kim Chapiron, donde una vez mas , vemos las tenencias del cine francés, por pelear un buen lugar y consolidar el fantástico dentro del mundo del cine. Una historia que lejana a un buen argumento, destaca por virtudes paralelas, tales como la participación de Vincent Cassel (también como productor), donde vemos una actuación asombrosa, emulando a un Jack Nicholson en sus años mozos, así como un ritmo singular apoyado por el arte y la fotografía, creando sensaciones de sofocación y estridencia, la película llega a recordarnos las tan mencionadas “Masacre en Texas” y “la colina tiene ojos”, la explotación descarada del “slasher” atípico, mutado en pseudos productos comerciales gracias a la manufactura americana. La película cumple con una función diferente, y es que las sensaciones que se producen al final del filme, es una extraña confusión entre lo terrorífico y lo cómico absurdo. El director sabe transportar de manera inteligente un humor negro, que se convierte en equilibrio ante las sensaciones recurrentes de asfixia visual, quizás es porque los personajes “redneck” son adecuados y a pesar de ser acartonados, no caen mal como los explotados por Wes Craven (Scream) es sus últimos filmes. La película contiene puntos clave para el entendimiento del concepto unificado, principalmente el de la simbología religiosa, tratada con unos diálogos inteligentemente elaborados, que no llegan a salir fuera del contexto. Una paradoja acera del nacimiento del anticristo, de los rituales satanistas, y de la puesta en juicio de la existencia de Dios y del Diablo, hacen de Sheitan una película muy entretenida, con una que otra escena digna de ser respetada por los mas curtidos en el mundo del fantástico y del terror.