lunes, enero 22, 2007

Reptado en tu olor de mujer,
Sabido,
Pecando con dolo,
La carne se volvió lenguaje.
Distante,
La puta locura envenena,
Y tu sabia ausencia confiesa,
¡TROPIEZA!,
Con llantos,
Con semen,
Historias inconfesables.

Devorando tu sexo maldito,

Lujuria,
No solo dura un instante,
Iniciando con ritos de saliva lasciva,
Me hice un prisionero,
Errante,
En tu sagrada y profunda guarida.