miércoles, octubre 12, 2005

ESCRITOS COMPLEMENTARIOS A UNA PEOR EXISTENCIA

Gerardo Merques.

Gerardo era un soñador. Muy típico de el, la costumbre de masturbarse por las mañanas no podía hacerse esperar. Era de esas personas que compraba lubricantes para facilitar la excitación a la hora de “jalarle el pescuezo al ganso”, y podía gastarse sus ahorros para comprar películas en DVD piratas, las cuales compraba en el tianguis más famoso de la ciudad. Gerardo era un soñador, es cierto, tipo no muy mal parecido, pero con el infortunio de ser algo torpe con las chicas. En la Universidad lo conceptualizaban como un buen muchacho, hijo de familia, incapaz de decir una mala palabra, cortés y servicial, una persona altruista y muy responsable de sus actos. Gerardo se persignaba cuando pasaba frente a una iglesia, y venia de un seno familiar muy conservador, de su cuello colgaban amuletos sacrosantos incapaces de insinuar cualquier maldad mundana. Por las noches, rezaba un padre nuestro, cenaba, y se preparaba mentalmente para una noche en compañía de los recuerdos de aquellas piernas que había visto en un pesero, esas exquisitas piernas que sostenían una linda colegiala que emanaba un sinfín de feromonas, provocando que Gerardo levantara sus escasos 7 centímetros de pene.
Gerardo era un soñador, y le fascinaban las baladas románticas, en especial aquellas que le hicieran recordar a su mas grande amor, una linda chica que lo adoraba y lo respetaba en todo, con un poco de miedo.
Por las tardes, cuando tenia algún tiempo libre, se iba a los parques a verle el culo a las muchachas que pasaban frente a sus ojos. En algunas ocasiones, llegó a agredirlas verbalmente con frases tan refinadas, y en una que otra ocasión, estuvo a punto de que le dieran una paliza por bocón, pero esto no le quitaría a Gerardo lo soñador.
Una de las cosas que mas le fascinaba hacer a Gerardo, era la de juzgar a la gente con demasiada mordacidad, no soportaba la moda, ni las diferencias ideológicas, mucho menos ver con “rastas” a un fulano que se le cruzara por enfrente. Ignorante pero feliz, se promulgaba ante todo y ante todos, vivía la vida sin complicaciones, y era malo para cocinar, es por eso que una de sus tantas urgencias era el de casarse pronto con su novia, la que le preparaba comida todos los días, sobrepasando las mil quinientas calorías.
Gerardo era un soñador, era la persona que defendía a Vicente Fox, porque sabia que era partidario de la virgen de Guadalupe, y con todo sus sueños, siempre ha triunfado en esta vida de la manera mas vil, siendo escrupuloso y arribista, colgándose de los logros de otros, y desarrollándose como un engendro malformado en una ooteca, pero hay que reiterar lo mas importante, Gerardo Merques es un verdadero y genuino soñador.

E.K LÓPEZ


PRELUDIO AL ARTE DEL MAL ARTE.
Siempre me han molestado las falsas posiciones de la gente que mira siempre de frente, aquellos que creen que el arte esta hecho para comerse, aquellos falsos escritores de novelas cortas, que comen y cagan como cualquiera lo haría vestido de traje, odio el momento de cómo contemplan una obra de arte, tratando de hallarle trasfondos que ni siquiera conocen, y al mismo tiempo, pensar en el queso y el vino que se tragaran esa noche, rodeado de lobos y muchedumbre, que a la par, en la madrugada, sus pedos olerán tan mal como su estúpida caricatura. Me dan nauseas los poetas que caminan con los ojos abiertos, dibujando siempre la vida, con palabras bellas y tontas, con cinismo y majadería, con eructos y con canciones ya conocidas, esos poetas que creen que importa quien los escuche o los lea, que los chupen y relaman, y surja efecto su fiel hipocresía.
Detesto a los críticos que con bandera de sabios, contemplan un cuadro abstracto, sobándose el mugroso bigote, por mas de cinco minutos, y hallen una buena excusa, para asustar a los que apenas comienzan. Pero sin duda lo que me da mas nausea (aparte de la iglesia institucional S.A.), es la organismo del arte, junto con sus dirigentes de cagada, todos dándose diplomas impresos en oficina, con Word o Corel Draw, y todos al mismo tiempo, sobándose los huevos, la nuca y las espaldas, hablando de los logros que han hecho, ¡Esos malditos lobos y hienas deberían de aprender a comerse su propia mierda, hay muchos que pisamos y nos resbalamos con toda su porquería!, ¡Bastados hijos de puta, que creen que su vida no acaba, y que con un poema trascienden su alma!, pues creo que lo siento mucho, su institución me da risa, así como mi prosa tan mala…
E.K. López.

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