lunes, diciembre 05, 2005

remembranza

Aun siento tu olor cercano,

Ya sea de mujer traicionera,

O de diva indefinida,

Lo que si presiento,

Es tu ausencia en mis días,

Los más mortíferos, o los más radiantes,

Pero con estos alcoholes,

La indiferencia me viene a la vuelta de la esquina.

Aún te extraño,

Te siento,

Te sueño,

Te deslumbro y me aterro,

No como algún rostro del pasado,

Sino una constante viva.

Tu sexo me daba vida,

Tu fruta me mantenía,

Las horas son plagas,

Como una larga agonía.

Y ahí estas sentada,

Sin peros ni miramientos,

Solo orgullos natales,

Que son yerbas prohibidas.

Toma lo que te digo…

Y enciende lo que tú digas.

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